Las personas LGBT+ en Brasil, especialmente menores de edad, son muy vulnerables a los esfuerzos por "corregir" su orientación sexual, identidad y expresión de género, también conocidas como "terapias de conversión" o "curas gay".
Diferentes investigaciones, artículos y estudios internacionales, incluido el de All Out (que puedes encontrar a continuación) señalan que estos esfuerzos de "corrección" pueden equivaler a un tipo de tortura.
Por eso, estamos presionando el Congreso Nacional brasileño para que presente y apruebe una ley que prohíba las "terapias de conversión" en Brasil.
Para: El Congreso Brasileño
Estudios, investigaciones e informes de organizaciones brasileñas e internacionales muestran que los esfuerzos para "corregir" la orientación sexual, la identidad y/o expresión de género, también conocidas como "curas gay" o "terapias de conversión"– causan daños físicos y psicológicos irreparables a las personas sometidas a ellos, y equivalen a una forma de tortura.
Por eso pedimos al Congreso Nacional – diputadas y diputados federales, senadoras y senadores – que presente y apruebe una ley nacional que prohíba cualquier intento de cambiar o "corregir" la orientación sexual, la identidad de género o la expresión de género de una persona en Brasil.
Después de escuchar de sobrevivientes de estos esfuerzos, así como de expertos de varios campos, la investigación realizada por All Out y el Instituto Matizes identificó 26 formas en las que las ocurren las "terapias de conversión" en Brasil.
En esta página resumimos los principales hallazgos del informe. Además te contamos cómo puedes tomar acción para que las personas LGBT+ tengan protección de estas prácticas en Brasil.
El informe completo está oficialmente disponible en portugués y español. Una traducción aproximada está disponible en inglés.
Son intentos de "corregir", "cambiar" o "borrar" la orientación sexual y/o la identidad de género de una persona LGBT+, para que así se "convierta" en heterosexual y/o cisgénero, lo que en esencia es imposible.
Estos esfuerzos se basan en la idea completamente falsa de que ser LGBT+ es un "error" que debe "corregirse".
Generalmente, los términos "terapia de conversión", "cura gay" y esfuerzos de "corrección" se utilizan para facilitar la explicación de lo que estamos hablando.
La forma formal de referirse a estas prácticas es Esfuerzos para Cambiar la Orientación Sexual, Identidad o Expresión de Género.
Es útil que sepas cuál es el término oficial por si quieres investigarlo. Pero es una sigla que puede ser difícil de recordar para hablar de ello en una conversación.
Con cierta frecuencia, Brasil es citado en investigaciones internacionales como uno de los países pioneros en la prohibición de este tipo de prácticas. Esto, lamentablemente, no es una realidad.
La realidad, como lo muestra el informe, es que estamos lejos de poder proteger a todas las personas LGBT+ en Brasil, especialmente a menores de 18 años, de este tipo de violencia porque ocurre de muchas maneras y en diferentes contextos.
Brasil tiene regulaciones específicas para algunas profesiones (como para profesionales de la psicología), que prohíben cualquier esfuerzo por "corregir" la orientación sexual, la identidad o la expresión de género. Sin embargo, esto no basta para que las personas LGBT+ estén ampliamente protegidas.
El grupo más vulnerable a estos esfuerzos de “corrección” son las personas jóvenes LGBT+, en particular aquellas menores de edad.
De las personas que dieron su testimonio para la investigación, más de la mitad experimentó este tipo de intentos de "terapias" o "curas" cuando eran menores de edad. La persona más joven tenía solo 6 años.
La vulnerabilidad de los niños, niñas, niñes y adolescentes se incrementa por dos razones principales:
La falta de consentimiento, porque los niños, niñas, niñes y adolescentes aún no cuentan con la capacidad legal para consentir "tratamientos" o "procedimientos" que puedan representarles un riesgo y dañar su integridad física y mental.
Uso de vínculos afectivos: En general, son esfuerzos inducidos y realizados por personas que representan autoridad, confianza y afecto, como familiares, líderes religiosos, terapeutas y profesionales de la medicina.
Según la investigación, este tipo de esfuerzos ocurren en Brasil de maneras diversas; y suceden en distintos momentos y dimensiones de la vida de una persona LGBT+.
La investigación encontró 26 formas de esfuerzos para "corregir" la orientación sexual, identidad o expresión de género, divididos en 4 contextos.
A continuación, un resumen de estas 26 formas:
Se identificaron 9 formas en este contexto.
¿Quién estuvo detrás de los esfuerzos en este contexto?
Miembros de la comunidad religiosa de la persona, líderes religiosos, participantes de grupos juveniles y otros colegas.
En este contexto se identificaron 8 formas.
¿Quién estuvo detrás de los esfuerzos en este contexto?
Padres y madres, tutores legales, abuelos, otros familiares, amistades de la familia, vecinos, entre otros.
Se identificaron 6 formas en este contexto.
¿Quién estuvo detrás de los esfuerzos en este contexto?
Profesionales de la psicología, psicoanalistas, psiquiatras, pediatras, filósofos clínicos, terapeutas holísticos, coaches.
Se identificaron 3 formas en este contexto.
Quién estuvo detrás de los esfuerzos en este contexto:
Docentes de educación física, de religión; también personas a cargo de la dirección de de la escuela.
Las estrategias aplicadas para intentar “corregir” a las personas LGBT+ son bastante amplias. Todas tienen en común la violencia psicológica y, en algunos casos, también hubo violencia física.
Algunas de las tácticas reportadas por los testimonios son:
> Chantaje emocional
> Amenazas de confinamiento
> Vergüenza pública
> Ayunos forzados
> Castigo físico y penitencia, incluido el uso de cilicio
> Aislamiento de la sociedad
> Ciclos largos de oración involuntaria
> Trabajo físico extenuante y abusivo
> Extorsión
> Aplicación indiscriminada de hormonas sin consentimiento
> Uso de medicamentos psicoactivos sin prescripción médica
Las mal llamadas "terapias de conversión" tienen consecuencias graves y permanentes. Algunas son:
> Pensamientos e ideación suicida
> Intentos de suicidio
> Depresión
> Trastornos alimentarios
> Aislamiento social
> Estrés postraumático
> Sentimientos de inutilidad
> Sentimientos de insuficiencia
> Dificultad para confiar en personas e instituciones
> Autolesiones
> Ansiedad
> Pérdida de autoestima
> Disfunción sexual
A pesar de la variedad de formas y contextos, fue posible identificar un patrón cíclico en los esfuerzos por "corregir" o "curar" a las personas LGBT+.
Está representado en el gráfico anterior.
El ciclo comienza cuando la persona tiene DUDAS y comienza a preguntarse si ser LGBT+ podría ser algo que debería "arreglar".
En la etapa de CREENCIA, la persona ahora cree que ser LGBT+ está mal, que se puede "corregir" y que necesita atravesar esa "corrección".
La tercera etapa es la CONCIENCIA, cuando la persona se da cuenta de que estaba siendo manipulada e inducida a creer que necesita "corrección".
En este punto, la persona tiene dos opciones (indicadas en el gráfico por las flechas rojas): consigue salir del ciclo y despegarse de la inducción y manipulación; o es regresada a la etapa de DUDA, donde el ciclo vuelve a empezar.
Es muy difícil escapar de este ciclo de intentos de "conversión".
Las prácticas que intentan curar a alguien son muy diversas, ocurren en diferentes lugares y esferas de la vida de una persona. Eso significa que es muy difícil identificar un momento o acción específica, lo que, a su vez, dificulta el proceso de denuncia e investigación.
Además, en la mayoría de los casos, la responsabilidad de estas prácticas recae en personas de la comunidad o familiares, figuras de autoridad, personas a las que respetan o con quienes tienen vínculos afectivos. Informar y denunciar puede significar perderlo todo.
Y, en términos más prácticos, es muy difícil denunciar el odio anti-LGBT en Brasil, incluso después de que se criminalizó la LGBTfobia. Para más información al respecto, puedes ver esta otra investigación de All Out e Instituto Matizes, de 2021.