Países como Hungría, Ghana y Malí impulsaron nuevas legislaciones anti-LGBT en el último año, prohibiendo las marchas del Orgullo, el activismo de personas LGBT+, y hasta las relaciones entre personas del mismo sexo.

Por primera vez en más de una década, aumentó el número de países en los que ser gay es un crimen.

Este año la administración Trump recortó más de 36 mil millones de dólares de cooperación internacional. Con este dinero, se financiaba el trabajo de salud crítico para grupos LGBT+ de base, como la entrega de medicamentos contra el VIH.

Sin este apoyo, nuestras organizaciones aliadas se han visto obligadas a cerrar sus puertas y negar atención a quienes la necesitan.

El apoyo a los derechos de las personas LGBT+ está disminuyendo. Un estudio muestra que en 2025, menos personas están a favor de protecciones contra la discriminación en el empleo, la vivienda y los servicios sociales para personas LGBT+, en comparación con 2021.

Poner el foco en la injusticia, como hicimos con nuestras campañas que ayudaron a exponer las “terapias de conversión” en Kenia y a buscar justicia para Carol en Brasil y para Sara en Colombia.

Proporcionar ayuda de emergencia cuando otros fondos desaparecen, manteniendo activo el trabajo de nuestras organizaciones LGBT+ aliadas, como lo hicimos con nuestro innovador fondo de emergencia global.

Detener nuevas leyes de odio, desde Hungría, Ghana y Estados Unidos, como lo hemos estado haciendo durante todo el 2025.

Continuar nuestro programa de entrenamiento y capacitación para activistas LGBT+. Para 2026, hasta ahora, solo contamos con fondos para 1 de las 6 capacitaciones regionales que por lo general realizamos.